Si tú, como yo, has tenido alguna vez la necesidad de coger una maleta, echar unos cuantos trapos y salir para cualquier lugar a zambullirte en la aventura de lo que no te es cotidiano, sé que comprenderás el motivo de esta página. Hoy, además de maleta, preparo esta ventana para que os asoméis a mis vivencias.
Para reflejar cómo me siento, para contar lo que aprendo, para que al volver siempre pueda, con un click, volver a vivir los días de mis viajes...
Bienvenido a este nuevo proyecto... este album de fotos vivo, este diario de paisajes, olores y sabores que aún no conozco.

domingo, 31 de diciembre de 2017

ULTIMA ENTRADA DEL AÑO...




Casi se me acaba el año y no escribo la entrada en este blog, de la cosa mas importante que he realizado este año 2017 y no es mas que terminar la reforma de mi casa.
Aunque pueda que aparentemente no sea algo tan importante, para mi ha sido todo un proceso, todo un reflejo de mi propia vida y el camino recorrido, un reencuentro conmigo misma y en definitiva, la mejor TERAPIA recibida.
Hace justo dos años que comencé a reformar el piso de mis padres, el cual había comprado unos cuantos años antes, pero aunque lo era en papeles, seguía siendo la casa familiar, la casa de mi madre, donde crecí y viví mi infancia y adolescencia, luego mis idas y venidas, pero que no he sentido mi casa hasta que la vida me ha vuelto a traer a Málaga y asentar aquí nuevamente mi historia.
Creo que la primera lección que he aprendido en este proceso, es eso que tanto decimos pero que nos cuesta integrar: "TODO OCURRE EN SU MOMENTO", creo que no soy la única que proyecta, se marca mil objetivos, persigue y hasta en ocasiones fuerza situaciones, dándonos cuenta al final que cada cosa sucede en el momento justo que debe acontecer, pero tenemos a veces tanto exceso de futuro que dejamos que la ansiedad nos acompañe y mine nuestros días o por el contrario añoramos tiempos pasados, que sin duda idealizamos y en vez de disfrutar de un recuerdo vivido, tiñe de triste y melancólico un presente al que no hacemos caso.
Esta reforma comienza con mi vuelta de Alemania y ahora sé que necesitaba volver, que mi aventura en el país germano tuvo grandes momentos, situaciones que me han hecho crecer, que necesité experimentar, pero que tenía su fin, aunque yo me resistía a verlo así, sentía frustración en  mi vuelta y es porque nuevamente me había cargado de expectativas que no se habían cumplido.
Otra de las lecciones ha sido trabajar el DESAPEGO, es curioso lo que nos cuesta romper con ciertas cosas y personas que nos anclan a un momento pasado, o a una ilusión de algo que tal vez no llega a ocurrir. Tenerme que enfrentar a mover, romper, reformar, re-ubicar toda una vida que se asentaba en la casa de mis padres ha sido un arduo trabajo, un conflicto emocional, un remover sentimientos que permanecían anclados, y no sólo para mi, aquí he provocado este movimiento en todos los integrantes de mi familia, de alguna manera, romper ese espacio que mantenía a mi padre presente, con sus libros, sus cientos de papeles, sus notas y proyectos no ha sido fácil y diferentes maneras de ver ésto. Remover y enfrentarnos a esta tarea ha sido tal vez lo mas difícil de esta obra.
Al final para mi ha sido integrar, entender que mi padre sigue aquí en cada recuerdo, en cada uno de mis hermanos y en mi misma, en mi madre, pues ella en parte es quién es, por lo vivido con él, y no pasa nada si no está ese sitio que era como un santuario para nosotros, su biblioteca, aunque he de reconocer que aunque he roto ese espacio, no he podido desprenderme totalmente de ella.
Creo que la parte mas importante de reformar mi casa  ha sido ponerle alma y corazón, y me he dado cuenta que así soy yo, haga lo que haga le pongo alma y corazón a todo, y no me daba cuenta, he estado tan inmersa en comparar mi vida y mi persona con la de los demás que no me he percatado que en mi caminar, por verosímil que haya podido parecer, he dejado huella en aquellas personas con las que he compartido momentos y situaciones; Que no he vivido una historia de amor, he vivido muchas relaciones en las que sin duda he puesto un buen pedacito de mi corazón y en las que aprendí con lo bueno y con lo malo. Hoy si tuviese que representar artísticamente mi persona, no sería otra la figura que un colage de un corazón enorme, y curiosamente mi casa se ha llenado de grandes y pequeños corazones que me hacen recordar quien soy y, aceptarme, quererme y conocerme son ahora mi prioridad.
Son muchas mas las lecciones aprendidas, pues he tenido que enfrentar situaciones en las que he DEPENDIDO de otras personas, he saboreado la DECEPCIÓN, nuevamente confiar y tener expectativas en alguien y no resultar como debiera,  aceptar ésto, saborear la RABIA, ver que me cuesta expresarla, que con facilidad la transformo en TRISTEZA, son cosas que entre escombros, azulejos, pintura y muebles  no creí tuvieran cabida.
El resultado final ha sido mas que satisfactorio, hoy por hoy tengo una casa que habla de mi, en la que he puesto mucho esfuerzo, he sudado, llorado y reído, que ahora comparto con los que llenan mis días de buenos momentos, mis amigos y entre ellos mi familia y en la que espero me queden muchas cosas por vivir y experimentar.
Termino esta pequeña entrada dando las gracias a la persona que ha hecho que esto sea posible, a la que ha sudado conmigo y que ha echado combustible cada vez que yo flaqueaba...GRACIAS MAMÁ.
y dedico estas letrillas a mi incondicional socio, a mi MacGyver particular, a ese para el que todo es posible y tiene solución a  Juan Carlos con todo mi cariño.







sábado, 19 de agosto de 2017

APRENDIZAJE

Es cierto como la vida te pone una y otra vez la misma piedra para que tropieces, o simplemente pone el volumen del altavoz mas alto, sin otra intención que la de hacerte reaccionar, aprender o asimilar algo en concreto.
Pues si, a mi me ha puesto nuevamente un buen pedrusco y he caído de bruces y lo peor aún, que no lo vi venir y el impacto ha sido aún mayor.
No tengo intención de relatar en esta entrada lo ocurrido, más o menos, los cercanos ya sabéis a que me refiero y los que no, solo quedaros con lo que viene después, pues creo que puede ser aplicable a cualquier circunstancia.
Son muchos y variados los sentimientos que me llevan invadiendo estos meses atrás, decepción, preocuoación, rabia, pena, celos, me he sentido nuevamente perdida, desilusionada, resentida, y podría enumerar unos cuantos más, ha sido todo un proceso, pero creo, que el mayor de ellos ha sido el cansancio, cansada de estar una y otra vez en el mismo punto, volver al sufrimiento emocional, cansada de perder la tranquilidad, esa que empezaba a saborear no hacía tanto, cansada de que cada relación en la que me embarco me provoque tanto desgaste y desorientación. Tanto es ,que esta vez he querido poner remedio, parar y escuchar con atención eso que tan fuerte oigo, observar y analizar  la grandiosa piedra, para dejar de tropezar y de una vez escalarla. 
No lo he conseguido aún, pero me he puesto a ello, con ayuda, como siempre, porque no soy autodidacta, y además soy de las que necesita apoyo y consejo para todo aquello que hago, así que para ésto también.
No se trata de otra cosa que de conocerme más a  mi misma, de conectar y afinar la mente con las emociones, de equilibrar ambas, de aceptar quién soy, cómo soy y cuáles son realmente mis inquietudes y necesidades; Me he dado cuenta de que una y otra vez estoy más pendiente de las necesidades y exigencias del otro que de las mías propias, que hago mio los problemas de la otra persona, que tengo una gran tendencia a adaptarme por agradar, para que la otra persona esté cómoda, y a veces, abuso de ese rol de salvadora o madraza que llevo dentro y que realmente no me lleva a buen puerto.
Estas son algunas de las cosas de las que hoy soy más consciente y desde luego en las que me he propuesto trabajar, en definitiva dar un paso más...
Creo que tengo la necesidad de escribir esta pequeña entrada para poner el cierre a una etapa, pero a la vez, para ser el punto de partida a todo lo que me queda por vivir y no veo mejor comienzo que integrar de verdad todo lo vivido, desde el amor, aceptándolo tal como fue, con lo bueno y lo malo. Me ha costado mucho entender que las cosas han sido realmente como tenían que ser, que lo bueno no era en realidad tan bueno, ni lo malo es tan malo y llegado a este punto quiero desterrar todos aquellos sentimientos negativos que me han invadido ultimamente, quiero perdonar de corazón, a la primera a mi misma, no quiero seguir enfadada, ni sentir rabia por lo que no pudo ser y creí que sería, no quiero caer nuevamente en el victimismo, ni en estar resentida, porque estar ahí me mantiene enganchada a esa historia y por el contrario elijo liberarme de todo ésto y mirar con otra perspectiva mi vida, en todos los aspectos, pues no solo me pasa en el plano personal, estoy llegando a ver que en lo laboral me siento igual.
Empiezo por ver cimientos dónde ayer solo veía escombros;  por aceptar todas aquellas virtudes y defectos que tengo, que realmente me hacen única;  por retirarme para darme ese espacio que necesito para reflexionar sobre quien soy y hacia donde quiero ir;  dejar de compararme y creer en fórmulas de la felicidad que aparentemente o socialmente son las establecidas y por el contrario reformular mis metas y proponerme seguirlas con motivación y alegría; Cuidarme, mimarme,  por dentro y por fuera; rodearme de esas personas que están en la misma sintonía que yo y dejar de esforzarme en cambiar a esas otras que no lo están; buscar momentos de conexión con la naturaleza, porque con ellos recargo las baterías y tener siempre presente los valores en los que me educaron. 
Creo que es un buen plan de acción y lo mejor de ello es que empiezo a ver resultados casi de manera inmediata, en realidad me siento una persona muy afortunada, ver y entender ésto, es en gran medida el secreto de una vida plena. Aceptación, y mucho amor para afrontarla creo que son clave. Saber que no existen las casualidades, que todo pasa por algo, que cada persona que aparece en nuestras vidas tiene un papel concreto y son los ingredientes necesarios para el plato principal que a fuego lento vamos guisando.
Solo puedo dedicar esta entrada a Juan Miguel Moreno Pérez, por haber sido ese ingrediente clave, esa punta de la piedra que me ha hecho reaccionar. Se la dedico con cariño sincero, con el mismo que voy a recordar los bonitos momentos que nos regalamos, los malos, como ya he dicho los integro y son ya  parte de esos buenos cimientos donde en un futuro edificaré sólidamente.

domingo, 1 de enero de 2017

A VECES LOS ASTROS SE ALINEAN




Aunque es uno de enero de 2017 esta entrada no va sobre los deseos para este nuevo año, ni sobre astronomía, ni predicciones futuras, realmente hoy tengo necesidad de expresar un sentimiento muy positivo que he saboreado durante gran parte del día, me he sentido realizada, orgullosa de haber sido parte de un equipo de trabajo y de ver que el resultado de tantas horas de preparación, ha sido mas que bueno.
Tal vez es esta la sensación que mas me engancha de la Hostelería, la satisfacción que deja un buen servicio, unos clientes  que reconozcan tu trabajo, o simplemente se vayan contentos, satisfechos, o a veces, hasta sorprendidos.
Anoche,en el Meliá Costa del Sol, concluía con la Gran cena de Gala de Nochevieja, unas semanas de duro esfuerzo y hoy, tras la felicitación de algunos clientes y el agradecimiento al trabajo en equipo de mi segundo de cocina, en una entrada en su Facebook, me he sentido orgullosa de haber aportado un pequeño grano de arena a  tal hazaña y no es para menos...
Solo hay que pararse a  observar como para que un evento de tal magnitud tenga el resultado de ayer, la gran maquina debe estar bien engrasada. Desde la planificación, hasta la puesta en escena del servicio, son muchas las horas de trabajo que hay detrás y no solo me refiero al departamento de Sala o Cocina, es que en un Hotel, son muchos los puestos de trabajo que hacen que esto funcione para sacar la nota de sobresaliente, con la que poníamos fin al año.

Hoy he realizado un pequeño juego mental, que me ha servido para engordar un poco mas, si cabe, la satisfacción de la que os estoy hablando.  He intentado recordar a muchos de mis compañeros los días previos a la gala, muchos estresados o muy atareados, comentando detalles o solucionando problemas, planificando, probando o modificando; he jugado a imaginar ser, desde el Director, hasta el guarda de seguridad, pasando por ser, por un rato, un técnico de mantenimiento, camarera de piso, limpiadora, comercial, administrativo, recpcionista, jefe de departamento, friegaplatos o cualquiera de los puestos que engranan esta gran maquina y a parte de ser un juego algo agotador, llego a la conclusión, de que si no hay EQUIPO las cosas no salen y claro, que todo es mejorable, pero desde luego ayer concluía un año histórico en Meliá, por lo menos eso relatan los que mas tiempo que yo, allí llevan. Para mi el primero, por lo que no tengo con qué comparar, pero la sensación era la de un día en la que los planetas se alineaban y todo salía redondo.
Dedico esta pequeña entrada, con todo mi cariño, a todos mis compañeros y a la profesión de Hostelería, de la cual a veces reniego pero que tantas satisfacciones, como la de hoy, me ha dado.






martes, 25 de octubre de 2016

Ya va para un año...



Ya va para un año que volví a casa, a Málaga, mi tierra natal, la que he valorado tras su añoranza y a la que he vuelto en el momento que me he sentido perdida, abatida y algo cansada. 
Las aventuras tienen eso, no todo es bueno ni malo. Aprender, crecer, vivir, también agota y simplemente hay que parar y recuperar el aliento... Eso me he propuesto al volver a casa.
Los primeros meses me sentía casi de invitada y como si mi lugar no estuviese aquí, no he dejado en Alemania solo un trabajo y un buen puñado de amigos, se me quedan ilusiones, como siempre en mi vida, proyectos e ideas a los que no les acompañan las circunstancias; un piso acogedor, que ha sido mi hogar y además compartido con el que ha sido mi pareja estos últimos años. Todo esto pesa mucho e hizo muy difícil tomar la decisión, pero hoy casi un año después no me arrepiento, era una necesidad estar mas cerca de mi familia, retomar el contacto con mis amigos de siempre, volver a replantear caminos y objetivos laborales, dar un respiro al corazón y sanar mis emociones.
Comencé la nueva rutina pegada a mama pato, como buena polluela que sigo siendo, en casa, al gimnasio, dejandome mimar y pasando uno de los baches emocionales mas gordos a mis 40, pero no hay nada como el caldito reponedor que guisa una madre, con ese ingrediente imprescindible del amor incondicional. (Gracias mamá por estar ahí).

Como no puedo estar sin hacer nada, empecé por hacer mi espacio vital mas mio, y sin casi ni pensarlo me embarque en dos meses de obra en mi piso. Las duras tareas a mi me resultan terapéuticas y, romper, deshacerse de cosas, restaurar, construir nuevamente, son un reflejo de la vida misma. En un momento en el que me he sentido perdida, esta reforma me ha hecho reforzar mi carácter, reencontarme conmigo misma y bueno, he mejorado mi piso sustancialmente.
 




 Como no se hacer solo una cosa, me propuse hacer un curso de quiromasajista, igualmente el objetivo era tener la mente ocupada con algo que siempre me ha gustado y han sido nueve meses de curso, ameno, divertido y relajante. Me queda sacarle un poco mas de partido, sin duda, podéis llamar para pedir cita.


 

Estar cerca de mis amigas, Silvia, Julia, Mónica, Lourdes, mi hermana Ester, también me hacia mucha falta; mira que siempre tengo la suerte de rodearme de buena gente, en Alemania no me han faltado amistades, pero ellas ya me conocen y ahora tenían la tarea de recargarme las baterías. (Gracias chicas por ser esos colores radiantes en la película de mi vida).




Una vez finalizada la obra y a poco de acabar el curso, empiezo una nueva aventura laboral, esta vez en el Hotel Meliá Costa del Sol, los primeros días fueron algo durillos, un nuevo comienzo, una gran plantilla que sentía muy ajena a mi, aunque esto tiene también sus ventajas, y nuevamente el desempeño de un trabajo de ayudante de cocina tras tanto esfuerzo invertido, pero aún así agradecida y sintiendome afortunada por la oportunidad brindada. (Gracias Alejandro, por tu confianza)
En poco tiempo y tras una temporada de verano de aupa, el sentimiento ya es muy diferente, ahora ya estoy dentro de esa familia hotelera, aunque sea de manera eventual, ya he formado parte de alguno de esos capítulos que se ruedan y emiten a diario entre las paredes del Hotel y bueno, también fuera de ellas...
Nuevamente veo como aparecen nuevos personajes y sin querer ya están ahí, protagonizando momentos...

 Y ahora que? pues tal vez sigo en el mismo punto de partida, sin rumbo fijo, con la diferencia que me siento renovada, que encuentro en mis ratos de deporte, la paz que necesito, que duermo tranquila y me siento en casa, que en vez de ver heridas en mi corazón, veo que se compone de pedacitos, con experiencias y relaciones que lo sellan, que  aunque puedo sentirme frustrada laboralmente, por no estar o cumplir ciertas espectativas, he dejado los trapos al sol, me he tumbado sobre la arena y he dejado que el terral derrita todo esos sentimientos negativos que pesan en mi cabeza y hoy simplemente estoy aquí...   
y la vida es bella!!!


domingo, 12 de abril de 2015

UNA DESPEDIDA...

Llevo mas de tres meses queriéndome sentar a escribir esta entrada, pero me cuesta.
Es la primera vez que me siento a escribir para despedirme de una amiga. No es la primera vez, por desgracia, que veo partir a seres queridos y sé lo difícil o casi imposible que es llenar ese vacío que dejan.
No pretendo cargar esta entrada se sentimientos tristes, pues la intención es otra muy distinta, quisiera sirviera de homenaje y  agradecimiento a la que, en peculiares circunstancias, ha sido mi amiga y compañera de batallas en mis primeros pasos en Alemania, desde luego sin ella, creo que me hubiera costado mucho mas seguir con esta aventura.
No es la primera vez que nace una buena amistad en un curso de formación, esta vez era el curso de integración en la VHS, vaya, el primer curso de alemán que hacía en Neheim, ciudad donde he vivido dos años. Aquí he conocido a varias personas importantes en esta etapa, como mi dulce Sofía y Anastasia, cariñosamente " mis grecas", por ser ambas de Grecia, mi Laurita, santanderina, salá donde las haya y bueno, a la protagonista de esta entrada, mi querida "Frau Royo".
Los que me conocéis ya sabéis de quien hablo, pues en estos dos años he compartido con Mónica Royo,  mil historias.  Ha sido mi amiga, compañera eventual de piso y básicamente lo mas parecido a familiar directo en estas tierras. Siempre he dicho que es toda un personaje, con una personalidad arrolladora, luchadora y con un gran corazón, de esto último doy fe. 
Hablar de la historia de su vida daría para escribir una novela, yo solo os relato un poco sus dos últimos años en los que he sido co-protagonista. 
Como ella siempre decía " yo no tengo mas estudios que los que se aprende en la calle, pero no por eso soy ninguna ignorante" y desde luego a mi me daba tres vueltas en resolutiva, con un nivel de alemán de su escuela particular, pero ni el idioma era impedimento para ir a informarse o resolver cualquier cuestión o papeleo. Siempre dispuesta a ayudarme a la hora de buscar piso, de ir a la "casa de ratas", el Rathaus (ayuntamiento en alemán), ir de médicos y hasta de abogados, Desde luego, ha sido la que me ha empujado y animado a ir a estos sitios a resolver cuestiones, que para mi eran un mundo por no poder expresarme, pero para ella esto no era impedimento, al revés, ella me decía: "así practicas y aprendes, tu sonríe a todo lo que te digan y siempre di "Ja","Ja", que tienes siempre el 50% de posibilidades de acertar"
 No le gustaba Alemania, ni su clima, ni el carácter de los alemanes, echaba de menos, supongo que lo mismo que echamos de menos todos, ese carácter mas familiar y abierto de los españoles, pero sabía apreciar las cosas buenas que tiene esta país y estaba aquí, porque, que con la que está cayendo ahora en España, aquí sus hijos pequeños tenían mas posibilidades de labrarse un mejor futuro. 
Coqueta, femenina, enamoradiza, apasionada, alegre, divertida, pícara y muy avispada, así era la Mónica que yo he conocido, una mujer orgullosa de sus hijos, muy abierta de mente y moderna, siempre con una sonrisa y una broma que acompañara el momento, por agrio que pudiera ser. 
Si de cada persona que conocemos podemos aprender algo bueno, yo de ella me quedo con esto último, no dejar de sonreír y tomar con humor lo que la vida te va poniendo como obstáculos. 
Son muchos los cafés y cervecillas que hemos echado en el tranco de mi puerta, en el bar del Tomas  o en su cocina, siempre a la Española, sin cita previa.
Sé que era lectora de este humilde blog y allí dónde esté lo estará leyendo y presumiendo de ser hoy el centro de mis pensamientos.
Aprovecho y le pido disculpas por haber tardado en escribir, pero creo que evitaba este momento y me era mas fácil pensar que sigue allí liada con sus cosas, sus médicos y sus trajines y que he sido yo, la que sin mas, se ha mudado.  
Hoy hago un pequeño ejercicio de imaginación y la veo rodeada de sus seres queridos, los que antes que ella ya habían partido, la imagino igual de locuela, haciendo de las suyas, metiéndose con San Pedro, sacándole los colores, pendiente de los que ha dejado aquí abajo, y entre ellos me incluyo, porque en cada ocasión  que me acuerdo de ella, o se me viene alguna de sus frases o bromas, la siento presente y sé que vela por mi y se alegra de lo bueno que me está pasando.
"Frau Royo, se te echa de menos...
descansa en paz mi querida amiga y no nos olvides, nosotros aquí abajo no lo hacemos"










martes, 18 de noviembre de 2014

A MI HABIBI...



Menudo dos meses llevo de cambios: mudanza, nueva ciudad en la que perderse, nuevos empleos, minivacaciones intensas, curso de buceo y cómo no, nuevos personajes que añadir a la que viene siendo la película de mi vida.


Siempre digo que tengo suerte con la gente de la que me rodeo. En todo momento, siento estar en familia, porque los amigos, sean los de siempre o los nuevos y hasta los esporádicos, suelen darme ese calor familiar  que me hace sentir que realmente no estoy sola.
Como ya os he dicho, en estos últimos dos meses he ampliado el número de conocidos de manera exponencial, de repente soy un nuevo “pollito” en el gallinero, soy la nueva compañera de piso o más bien, la nueva “ocupa”, la nueva chica española en una fábrica de galletas o la nueva cocinera en un restaurante español regentado por un albanés y un portugués, con un equipo de cocina compuesto por un venezolano y un marroquí.
Cualquiera que estuviese en mi lugar se sentiría desbordado con tantas nuevas caras y en tan diversas situaciones, además de romper casi por completo con lo que venía siendo la rutina de mis dos últimos años en Neheim. Pues bien, yo lo estoy. 
No deja de sorprenderme cómo hay momentos en la vida que aparece alguien y en poco tiempo se hace vital y parece que estaba ahí desde siempre y es que las situaciones intensas llevan a eso y las convivencias más.
Los que de mi cerca estáis, sabéis lo indecisa que me encuentro, la de dudas que tengo de seguir esta aventura extranjera, hay momentos en los que la desesperación por cambiar mi situación laboral y las barreras que aquí me encuentro, hacen que valore volver a casa, aunque el panorama laboral aún no pinte boyante.
Desde aquí os doy las gracias a todos por escuchar mis quebraderos de cabeza, mis teorías y suposiciones y sobre todo gracias por el apoyo y consejos que me habéis dado, en especial a mi compañero de piso Ernesto, por su paciencia, por sacarme la sonrisa hasta en mis momentos de bajón y por los abrazos de buenos días, que me recuerdan a los de mi madre, que tanto echo de menos.
Después de toda esta introducción, vuelvo al motivo que me ha sentado hoy a escribir y es que entre todas estas nuevas personillas que van apareciendo últimamente en mi camino, ha aparecido una muy especial y que ha entrado arrasando: “ mi habibi” , como cariñosamente lo llamo.
Siempre he dicho que las mejores conversaciones, o por lo menos en mi familia es así, se tienen en la cocina y es que el calor de los fogones creo, dilata los poros y hace que los sentimientos afloren con más facilidad y sin darte cuenta, ante ellos, quedas expuesto.
Pues os podéis imaginar lo que es trabajar en una cocina… Son muchas las horas de preparación que se necesitan para que una carta de un restaurante, por sencilla que parezca, esté a punto a la hora del servicio. Estas horas son un mano a mano con tus compañeros pero a la vez, es una intensísima convivencia en la que se forja la amistad, la confianza y el cariño.
De mi humilde experiencia en hostelería tengo ese grato recuerdo de mis compañeros de trabajo, aún hoy, grandes amigos, pero en esta ocasión y en escaso quince días, esto más que entre fogones y a fuego lento, parece que he cocinado una amistad con receta de microondas.
Supongo que todo influye y que solo el punto de partida, que no es otro que estar fuera de tu entorno natural, en otro país y con una mochila cargada de incertidumbres, hace que todo se intensifique más. La cuestión es que desde mi primer día en el Restaurante Las Tapas, donde he pasado a ser la tercera componente del equipo de cocina, he encontrado la puerta abierta a lo que por ahora pinta a ser una amistad de las que no se olvidan jamás.
 Con el resto de compañeros he de decir que me encuentro igualmente comodísima y mimadísima, pues soy la única “señora” del grupo, (como jode ya que me digan señora, pero hay que ir asumiendo la edad).

Adil, mi habibi, es el personaje al que dedico hoy mi entrada, pues además es seguidor de este humilde blog de aventuras, le prometí que escribiría algo sobre él en algún momento.
Curiosamente ha nacido el mismo día que yo, eso sí, nueve añitos más tarde, pero los dos el 25 de abril. Natural de Tanger y desde los 17 años viviendo independiente en San Sebastián, donde ha hecho de la cocina su profesión y su pasión, pues aunque aún no ha encontrado el sitio donde desarrollar todo su potencial, lo hará. Hay momentos que lo escucho decir de  buscar otro trabajo menos esclavo, pero luego lo veo trabajar y sé que lo vive y lo disfruta y eso es una enfermedad de la que no te puedes curar, así que Adil, habrá que pensar en un modelo empresarial ideado para ti, aquí tienes socia incondicional.
El día de mi prueba de trabajo fue el pasado  3 de Noviembre, un lunes a las tres de la tarde comienza esta aventura. Vuelvo a colocar mi traje de cocina después ya de unos años sin trabajar. Algo nerviosa y torpona es la sensación que tengo de estos primeros días, pero curiosamente a diferencia de otras veces, tengo la sensación de llevar meses con mis compañeros. Con mi habibi ha sido algo increíble o tal vez,  tenía mucha necesidad de desahogar sentimientos que tenía algo reprimidos, pero es como si se hubiese leído las instrucciones de montaje, el tío me ha calado en un plis plas y con esa gracia que le caracteriza, ha hecho que abra las compuertas de mi corazón y me sincere. Si mi madre lee esto sé que dirá: tú tan transparente como siempre, lo mejor es, que lo he heredado de ella.
La cuestión es que entre bromas picaronas, desde el más tierno cariño, con gran positivismo y sobre todo con la alegría como ingrediente en todo, mi tocayo de cumpleaños hace que cada día ría sin parar 10 de las 8 horas que trabajo, y no hay terapia mejor para el corazón que la risa y más cuando esa risa se transforma en una bella sonrisa del alma.
Sé que nos une un puesto de trabajo en un extraño lugar, que tal vez en otras circunstancias estaríamos en planos paralelos, pero el destino nos ha cruzado y en escasos quince días has conquistado con habilidad mi corazón. Espero seguir riendo a tu lado, seguir sintiéndome tu “habibi” en el trabajo, seguir admirando como trabajas y que en plena bulla tengas un segundo para cruzar una mirada y soltar una de tus chorradas o piropos, quiero seguir transmitiéndote esa tranquilidad que dices que te inspiro, quiero que siga creciendo esta complicidad que hay desde el primer momento y que se forje una buena amistad entre fogones y fuera de ellos. No pierdas nunca esa alegría que te caracteriza, esa pizca de locura, frescura y poca vergüenza que le echas a todo, chuleras como no hay otro, pero cargado de buenos sentimientos, “moro” hasta la médula para lo que te interesa, pero abierto de mente, eso te hace más que especial. 
Siempre digo que mis amigos son mi mayor fortuna y contigo sumo otro tesoro encontrado y hoy me siento capitana orgullosa de ondear mi bandera pirata.