Si tú, como yo, has tenido alguna vez la necesidad de coger una maleta, echar unos cuantos trapos y salir para cualquier lugar a zambullirte en la aventura de lo que no te es cotidiano, sé que comprenderás el motivo de esta página. Hoy, además de maleta, preparo esta ventana para que os asoméis a mis vivencias.
Para reflejar cómo me siento, para contar lo que aprendo, para que al volver siempre pueda, con un click, volver a vivir los días de mis viajes...
Bienvenido a este nuevo proyecto... este album de fotos vivo, este diario de paisajes, olores y sabores que aún no conozco.

martes, 18 de noviembre de 2014

A MI HABIBI...



Menudo dos meses llevo de cambios: mudanza, nueva ciudad en la que perderse, nuevos empleos, minivacaciones intensas, curso de buceo y cómo no, nuevos personajes que añadir a la que viene siendo la película de mi vida.


Siempre digo que tengo suerte con la gente de la que me rodeo. En todo momento, siento estar en familia, porque los amigos, sean los de siempre o los nuevos y hasta los esporádicos, suelen darme ese calor familiar  que me hace sentir que realmente no estoy sola.
Como ya os he dicho, en estos últimos dos meses he ampliado el número de conocidos de manera exponencial, de repente soy un nuevo “pollito” en el gallinero, soy la nueva compañera de piso o más bien, la nueva “ocupa”, la nueva chica española en una fábrica de galletas o la nueva cocinera en un restaurante español regentado por un albanés y un portugués, con un equipo de cocina compuesto por un venezolano y un marroquí.
Cualquiera que estuviese en mi lugar se sentiría desbordado con tantas nuevas caras y en tan diversas situaciones, además de romper casi por completo con lo que venía siendo la rutina de mis dos últimos años en Neheim. Pues bien, yo lo estoy. 
No deja de sorprenderme cómo hay momentos en la vida que aparece alguien y en poco tiempo se hace vital y parece que estaba ahí desde siempre y es que las situaciones intensas llevan a eso y las convivencias más.
Los que de mi cerca estáis, sabéis lo indecisa que me encuentro, la de dudas que tengo de seguir esta aventura extranjera, hay momentos en los que la desesperación por cambiar mi situación laboral y las barreras que aquí me encuentro, hacen que valore volver a casa, aunque el panorama laboral aún no pinte boyante.
Desde aquí os doy las gracias a todos por escuchar mis quebraderos de cabeza, mis teorías y suposiciones y sobre todo gracias por el apoyo y consejos que me habéis dado, en especial a mi compañero de piso Ernesto, por su paciencia, por sacarme la sonrisa hasta en mis momentos de bajón y por los abrazos de buenos días, que me recuerdan a los de mi madre, que tanto echo de menos.
Después de toda esta introducción, vuelvo al motivo que me ha sentado hoy a escribir y es que entre todas estas nuevas personillas que van apareciendo últimamente en mi camino, ha aparecido una muy especial y que ha entrado arrasando: “ mi habibi” , como cariñosamente lo llamo.
Siempre he dicho que las mejores conversaciones, o por lo menos en mi familia es así, se tienen en la cocina y es que el calor de los fogones creo, dilata los poros y hace que los sentimientos afloren con más facilidad y sin darte cuenta, ante ellos, quedas expuesto.
Pues os podéis imaginar lo que es trabajar en una cocina… Son muchas las horas de preparación que se necesitan para que una carta de un restaurante, por sencilla que parezca, esté a punto a la hora del servicio. Estas horas son un mano a mano con tus compañeros pero a la vez, es una intensísima convivencia en la que se forja la amistad, la confianza y el cariño.
De mi humilde experiencia en hostelería tengo ese grato recuerdo de mis compañeros de trabajo, aún hoy, grandes amigos, pero en esta ocasión y en escaso quince días, esto más que entre fogones y a fuego lento, parece que he cocinado una amistad con receta de microondas.
Supongo que todo influye y que solo el punto de partida, que no es otro que estar fuera de tu entorno natural, en otro país y con una mochila cargada de incertidumbres, hace que todo se intensifique más. La cuestión es que desde mi primer día en el Restaurante Las Tapas, donde he pasado a ser la tercera componente del equipo de cocina, he encontrado la puerta abierta a lo que por ahora pinta a ser una amistad de las que no se olvidan jamás.
 Con el resto de compañeros he de decir que me encuentro igualmente comodísima y mimadísima, pues soy la única “señora” del grupo, (como jode ya que me digan señora, pero hay que ir asumiendo la edad).

Adil, mi habibi, es el personaje al que dedico hoy mi entrada, pues además es seguidor de este humilde blog de aventuras, le prometí que escribiría algo sobre él en algún momento.
Curiosamente ha nacido el mismo día que yo, eso sí, nueve añitos más tarde, pero los dos el 25 de abril. Natural de Tanger y desde los 17 años viviendo independiente en San Sebastián, donde ha hecho de la cocina su profesión y su pasión, pues aunque aún no ha encontrado el sitio donde desarrollar todo su potencial, lo hará. Hay momentos que lo escucho decir de  buscar otro trabajo menos esclavo, pero luego lo veo trabajar y sé que lo vive y lo disfruta y eso es una enfermedad de la que no te puedes curar, así que Adil, habrá que pensar en un modelo empresarial ideado para ti, aquí tienes socia incondicional.
El día de mi prueba de trabajo fue el pasado  3 de Noviembre, un lunes a las tres de la tarde comienza esta aventura. Vuelvo a colocar mi traje de cocina después ya de unos años sin trabajar. Algo nerviosa y torpona es la sensación que tengo de estos primeros días, pero curiosamente a diferencia de otras veces, tengo la sensación de llevar meses con mis compañeros. Con mi habibi ha sido algo increíble o tal vez,  tenía mucha necesidad de desahogar sentimientos que tenía algo reprimidos, pero es como si se hubiese leído las instrucciones de montaje, el tío me ha calado en un plis plas y con esa gracia que le caracteriza, ha hecho que abra las compuertas de mi corazón y me sincere. Si mi madre lee esto sé que dirá: tú tan transparente como siempre, lo mejor es, que lo he heredado de ella.
La cuestión es que entre bromas picaronas, desde el más tierno cariño, con gran positivismo y sobre todo con la alegría como ingrediente en todo, mi tocayo de cumpleaños hace que cada día ría sin parar 10 de las 8 horas que trabajo, y no hay terapia mejor para el corazón que la risa y más cuando esa risa se transforma en una bella sonrisa del alma.
Sé que nos une un puesto de trabajo en un extraño lugar, que tal vez en otras circunstancias estaríamos en planos paralelos, pero el destino nos ha cruzado y en escasos quince días has conquistado con habilidad mi corazón. Espero seguir riendo a tu lado, seguir sintiéndome tu “habibi” en el trabajo, seguir admirando como trabajas y que en plena bulla tengas un segundo para cruzar una mirada y soltar una de tus chorradas o piropos, quiero seguir transmitiéndote esa tranquilidad que dices que te inspiro, quiero que siga creciendo esta complicidad que hay desde el primer momento y que se forje una buena amistad entre fogones y fuera de ellos. No pierdas nunca esa alegría que te caracteriza, esa pizca de locura, frescura y poca vergüenza que le echas a todo, chuleras como no hay otro, pero cargado de buenos sentimientos, “moro” hasta la médula para lo que te interesa, pero abierto de mente, eso te hace más que especial. 
Siempre digo que mis amigos son mi mayor fortuna y contigo sumo otro tesoro encontrado y hoy me siento capitana orgullosa de ondear mi bandera pirata.









martes, 4 de noviembre de 2014

COMO PEZ EN EL AGUA

Seguro que habéis observado mil veces como se mueve un pez en el agua, con que sencillez y elegancia lo hace...
Yo he querido experimentar, sentirme pez bajo el agua  y ver un documental de esos que siempre me han embobado, esta vez en directo.
La experiencia no ha tenido desperdicio, pues además de necesitar desconectar por unos días, he alcanzado unos de los objetivos de mi lista de cosas por hacer alguna vez.
Tras una semana algo liada, de tejes y manejes, firmas de contrato, finiquitos y hasta alguna mentirijilla que tuve que echar, pude poner rumbo a Cabo de Palos, Murcia
Eran muchas las emociones que empaqueté en mi maleta de no mas de 10kg, sigo volando con Rynair, supongo que me ilusionaba enormemente correr esta aventura marina y una vez mas, vencer el miedo que da verte en un medio para el que el ser humano no está preparado, pero que con ingenio lo vence y lo mejor de todo, lo hace casi suyo y se permite el lujo de disfrutarlo. 

He tenido una suerte enorme, he disfrutado de un clima excepcional para ser noviembre y he realizado el bautismo y el curso de iniciación con instructor particular, Ángel Manso, en el centro de Buceo El Naranjito. No sé si el mejor centro de buceo de Cabo de  Palos, pues no conozco otros, pero a poco son excepcionales, sin faltar en ningún momento a la profesionalidad y la rigurosidad que la actividad requiere, dan un trato familiar y acogedor como en pocos sitios. Agradecida y satisfecha les dedico esta entrada a los integrantes del centro y en particular a mi profe, que ha tenido ardua tarea y mucha paciencia conmigo. Gracias Ángel por hacerme tanto reír, hasta bajo el agua.
La primera experiencia fue el bautismo, es la primera toma de contacto con todo, con el traje, aletas, gafas, botella, regulador (tubitos como yo los llamaba), y su correcto manejo y montaje. Realmente en este momento no tienes que saber mucho, pues en esta primera inmersión el instructor hace todo por ti y solo tienes que familiarizarte un poco con el respirador y dejar que los nervios no te aparten de lo que va a ser una experiencia decisoria para seguir aprendiendo.
Las inmersiones que he realizado a lo largo del curso han sido en Cala Correos, frente al faro de cabo de Palos. La temperatura fue durante toda la semana genial y la visibilidad dentro del agua muy buena.
Aunque sinceramente, durante el curso yo no paraba a pensar en nada de esto, solo intentaba poner en práctica toda la información teórica que estaba recibiendo y claro está, no liarla parda. Aún así hay instantes en los que pude dejarme invadir por el  silencio y disfrutar del espectáculo submarino.
Sé que no he sido muy mala alumna, aunque vayan contando por ahí otras cosas, sé que no tengo un estilo de buceadora elegante, mas bien soy una croquetilla dando vueltas y a la que habría que atarle las manos para que dejara de aletear, pero es que no es fácil!! lo parece y lo será cuando ya tenga la práctica suficiente, pero por ahora me es imposible dejar de moverme.
Las clases y los ejercicios fueron bastante bien y sin problemas, salvando que la comunicación bajo el agua no ha sido mi fuerte y que encontrar el manómetro para ver la cantidad de aire, en alguna ocasión, fue motivo de risas para mi monitor. Tras un examen tipo test y habiendo realizado las inmersiones de entrenamiento, ya puedo decir que tengo mi curso PADI Open Water Diver o buceador 1*, pero aquí no queda la cosa... llega el día de mi primera inmersión en la reserva, con mas gente y aunque pegadita a mi instructor, nerviosa era poco, como me encontraba en ese momento. No quería que me invadiesen los nervios, que no controlase la flotabilidad y, o me fuese al fondo, o me comportase como un globo de feria escapado de las manos de un niño, por lo cual, mi concentración era casi máxima en estos quehaceres y solo pude disfrutar pequeños instantes del color del mar, del espectáculo marino que dan los peces, de la cantidad de especies que hay.
Respiré tanto aire que mi inmersión duró solo 34 minutejos, tanto desgaste nervioso bajo el mar, hace que consumas aire muy deprisa y yo como buena principianta, así de rápido lo consumí.
Pero ya subida en el barco, esperando al resto de compañeros, sentí por un instante que esta experiencia ha sido de las mejores que he tenido en la vida y que siempre que necesite calmarme he de recordar la sensación que da estar bajo el mar y ser parte de semejante escenario.
Como colofón a esta experiencia el Domingo pude compartir mi última inmersión en Cabo de Palos, en la reserva, esta vez de la mano de la persona que ha hecho realidad esta aventura en este momento, mi amigo Moisés Chanfreut. Gracias de todo corazón y no cambies nunca, eres de verdad increíble.
Esta inmersión si que marca un antes y un después, pude controlar algo mas mis nervios y disfruté de verdad del baile al unísono de las Bogas cuando se sienten en peligro, los majestuosos Meros, las Morenas, Lechas o simplemente el color y la luz atenuada en el agua resaltando la bella orografía del enclave en si.
Tal vez no he llegado a sentirme como pez en el agua, pero si he dejado que mi mente se impresione con la  mezcla de sensaciones que proporciona estar bajo el mar.






miércoles, 10 de septiembre de 2014

ESPERANZA DE AMOR..

Hace unos días mi hermana tenía uno de esos días de vacío, como ella los llama, en los que, los que estamos solos o hasta muchos sin estarlo, sentimos la falta de esa persona que te da calor, almohada en la que reposar tras un largo día, con la que compartir ilusiones, retos, penas y alegrías, por la que te preocupas y la que sencillamente llena ese vacío que todos tenemos dentro...
Comparto con ella, que después de unas cuantas relaciones, el corazón tiene ya algunas cicatrices, pues ha sido inevitable sentir la herida de un desengaño o  de una ruptura. Me acuerdo con cariño de una amiga, que me dijo en una ocasión, que sufrir el mal de amores era devastador para el cuerpo...
Yo hoy, y ya que está de moda, le quiero dar la vuelta a la tortilla, quiero ver estas experiencias en su lado mas instructivo y quiero sentir esas heridas, como cicatrices que solo son el borde de cada una de las piezas que conforma el puzle de mi corazón.
De todo se aprende y hoy por hoy, creo que soy la persona que soy, gracias en gran parte a los chicos con los que he compartido etapas de mi vida o solo efímeros momentos, de todas las experiencias, hasta de las negativas, me quedó algo. Con ellos he crecido como persona, me he apoyado para subir otro escalón o  simplemente para ver el reflejo de mi persona. Con muchos mantengo una bonita amistad, pues siempre he intentado que sea el ingrediente principal en mis relaciones y con los que no la tengo, es porque los caminos tomaron rumbos muy diferentes o tal vez no mereciese la pena, pero ahí quedan, en el recuerdo... 
No pretendo relatar las mil y una aventuras amorosas que he tenido, eso lo dejaré para cuando decida escribir una novela, mas bien hoy quiero pensar que sigo siendo esa chica enamoradiza, romántica y dulzona y que por amor es capaz de hacer locuras... Tal vez ahora me haya vuelto algo mas racional, aunque sinceramente lo dudo, el que me conoce sabe que el único motor que me funciona es el emocional y aunque lo llevo a ralenti desde hace un tiempo, está deseoso de volver a rugir con fuerza...
Creo que desde la consciencia ahora sé, qué busco o tal vez mas fácil, qué no quiero a mi lado, pero no hay día que mi subconsciente no le pida a Dios que vuelvan a mi vida esas sensaciones que sólo tiene una cuando padece de Amor...
A veces pienso que eso no vuelve a pasar tan fácil, pero otras creo que todo lo contrario, que cuando se dé el momento y realmente crea tener a la persona por la que volver a padecer esa dulce locura, me dejaré llevar de nuevo, volveré a sentirme protagonista del cuento, veré esos colores que solo se perciben en ese estado de embriaguez que da el estar enamorado, escucharé las letras de las canciones creiendo a ciencia cierta que han sido escritas para poder expresar lo que siento, bailaré en cualquier lugar, sonreiré mil veces al día cuando por un segundo recuerde algún tierno momento, y dejaré que esa sensación de felicidad impregne cada poro de mi piel...
Tal vez os suene todo esto algo ñoño, pero realmente creo que es uno de los estados mas placenteros que nos brinda la vida...estar enamorados y yo no renuncio a ello...
Dedico con cariño esta entrada a mis Ex, porque seguiréis siendo parte de mi por el resto de mi vida y a mis parejitas modelo,  (Quico y Loli, Mónica y Josemi, Lourdes y Jose, Julio y Zingui, tito Luis y tita Mariajose, entre otras) por mostrarme las mil caras del amor verdadero y hacer que no pierda la ilusión.

jueves, 31 de julio de 2014

UN KIT-KAT PARA MARTINA

Para los que estamos fuera de casa, recibir una visita, es algo de lo mas especial que se vive en la distancia.
A mi se me suma ese afán y disfrute que me da preparar mi casa, cocinar para mas de uno y en definitiva hacer lo mas acogedora posible la estancia para mis invitados. Creo que algún día debería plantearme en serio gestionar una pequeña fonda, hostalito o albergue, sé que me iba a gustar la experiencia.
En esta ocasión la visita ha sido de lo mas especial, pues he tenido la suerte de compartir unos días con mi amiga Ana, con su Borja y lo mas lindo que estos dos personajes han hecho juntos, que es la pequeña Martina...

El reto ha sido para todos, para mi, no bastaba con preparar mi casa y algo de comida, he tenido que poner en práctica el master en tita que llevo años haciendo, he tenido que buscar carrito, silla para bebes para el coche, cuna, pañales, potitos etc, para que a la peque no le faltara de nada y a sus abuelas no les diera un soponcio de saber que con solo 8 meses viajaba a otro país y no iba a estar atendida.
Para los papis, ni os cuento, quieras o no, tenían la preocupación del viajar en avión, (además han volado con rynair, toda una aventura) y para el resto de familiares pues igualmente nervios y preocupación por la pequeña.
Gracias a Dios todo salió a pedir de boca, además de contar con la genética 4x4 de Martina que se ha adaptado a todo.
Es curioso como el mundo de los adultos se para por completo para girar en torno a tan diminuta criatura, creo que estos días me he sentido emocionada al subir al tiovivo particular de Martina. He reído con mi amiga Ana, como siempre hacemos cuando estamos juntas, pero esta vez deteniéndonos a observar los cambios que forzosamente hace el hacerse madre y que ella lleva con su especial y carismático desparpajo...
Admiración a la labor y paciencia que constantemente practica Borja, y disfrute en el mas amplio de los sentidos por cada ratito que he tenido a esa simpática y graciosa enana donde las haya, que sin decir aún palabra pero, con esos ojazos, lo dice todo.
 
No puedo terminar esta entrada sin hacer una mención especial al segundo gran protagonista de esta historia..."El cochecito prestado". Grande, ande o no ande, es una de las frases que puede definir bien la características del super Kinderwagen que me han prestado para estos días.
Creo que Borja se ha ido hasta con agujetas, ese carro con ruedas mínimo para la nieve, y que solo conoce la marcha hacia delante o hacia atrás, que un giro era toda una maniobra y que pesaba como un tractor, ha sido motivo de mil de nuestras risas, casi culpable de un atropello, pero que en realidad, para la pequeña ha sido como ir en limusina de bebes, o eso pensábamos nosotros al verla tan chiquitina en tremenda anchura.
De todas formas he de agradecer a Samawal y a Jorge la ayuda prestada con el carro y la cuna, han sido de lo mas útiles.



Por unos días rompí mi rutina, perdí la noción del tiempo o fui mas cociente de él, pues los horarios de comidas y siestas son de lo mas importante para un indefenso bebe, pero a la vez la simpleza de ver a un niño como tiene solo esas pequeñas preocupaciones, comer, descansar, reír, descubrir y no estar solo, hacen que reflexione y por un instante vea, que es tremenda la complicación que lleva implícita crecer, que independientemente de la suerte de cada uno, todo se vuelve complicado o retorcido y tal vez en volver a simplificar, está es secreto de la felicidad.















lunes, 23 de junio de 2014

TODOS TENEMOS DESEOS...

Para aquellos que dicen que no son de deseos y no los piden. Porque seguro albergan mas de uno en el corazón y en mas de una ocasión su subconsciente lo formulará por ellos y si no lo hace, hoy lo haré yo por ellos...
Hoy es la Noche de San Juan, festividad de origen pagano, en la que se suelen encender hogueras o fuegos, ligada con las celebraciones en las que se festejaba la llegada del solsticio de verano, el 21 de junio en el hemisferio norte cuyo rito principal consiste en encender una hoguera. La finalidad de este rito era "dar más fuerza al sol", que a partir de esos días iba haciéndose más "débil", porque los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno. Simbólicamente el fuego también tiene una función "purificadora" en las personas que lo contemplaban.
Para mi esta "Noche" siempre ha sido algo especial, recuerdo de niña como semanas antes de que llegará, en el bloque donde vivía en Málaga, nos reuníamos todos los niños con algunas de las mamis (las encargadas de hacer de esta noche un momento cargado de ilusión y casi mágico), para preparar los famosos "Juas", muñecos de trapo a tamaño natural, que luego quemaríamos en nuestra hoguera.
De este recuerdo infantil, paso a las noches de San Juan de mi adolescencia, en la que otra clase de inquietud llenaba los días previos. Era la gran noche de moraga en la playa, con toda la pandilla, con todos los cachivaches para pasar una noche entre amigos, en la que no faltaría de nada y mucho menos risas y momentos buenos.

Mas de mayor la tradición se ha ido modificando aunque con algo siempre en común, compartirla con amigos, entre ellos incluyo a mi hermana, y quemar en la hoguera aquello negativo que ha tintado de gris el año, a la vez que arrojo la lista de deseos que humildemente una pide, tal vez para mejorar aquello en lo que aún fallamos, encontrar algo que hace tiempo venimos buscando, lograr esos objetivos marcados o en resumidas cuentas, aquello que nos falta para ser mas feliz...

Supongo que a aquellos que dirijo hoy mi entrada, tal ritual ha de  parecerles una tremenda chorrada, y puede que lo sea, pero, esos momentos en los que uno cierra los ojos, formula un deseo y cree ciegamente que hay posibilidades de que se cumpla, por el simple hecho de desearlo, de creer en la magia o de no dejar espacio en ese instante a la mente, para que solo el corazón cargue de ilusión ese instante, para mi esto, ya merece la pena.

Hoy tal vez el mayor de mis deseos era poder estar en Málaga, posiblemente con mi hermana y amigos, haber cenado un espetito de sardinas, haber realizado minuciosamente nuestro particular ritual y en este momento estar dándome un baño en la playa
Muy a mi pesar estoy un poco lejos, pero no por ello he dejado de lado la magia; He relatado a mis queridas Sofía y Anastasia, cariñosamente "mis griegas", toda la historia de la Noche de San Juan, y hemos ideado nuestra particular noche.

Primero hemos formulado nuestros deseos por escrito, luego he recreado simbólicamente una playa, con algo de arena, conchas y piedras que tengo.

Para dar ambiente, abrí una latita de sardinas y unas aceitunas de Málaga y a las 00:00 prendí fuego a nuestros deseos.








 Lo único que no he conseguido es llevarlas al río a darnos un baño, aquí no andan ni los gatos por la calle y lo de las temperaturas estivales llegan con retraso a este pueblo.


Pues bien, después de todo esto me siento feliz, si, realmente no ha cambiado nada de esta mañana a este instante, solo el hecho de que ahora me invade nuevamente esa dulce sensación, la que me hace creer que por haber deseado de corazón tanto mis deseos, como aquellos que he pedido para otros, que creer en la magia o en el destino y dejar que la ilusión hoy acune mis sueños, lo que hace que me sienta en paz.





Con esta dulce calma me voy a la cama, hoy comencé a soñar antes de cerrar los ojos y en este sueño todos hallaís vuestros deseos...







martes, 17 de junio de 2014

ALGO MAS QUE UNA FURGONETA...

Bueno, llevo tiempo diciendo que le dedicaría una entrada a mi entrañable, práctica, polifacética, todoterreno y compañera de viajes:  mi furgoneta.
A mas de uno/a le va a dar pena lo que os voy a contar, pero como dice mi madre, no se le puede tener apego a las cosas materiales, pues las cosas deben tener su lugar y nunca pueden tener mayor presencia que los sentimientos, las personas y las circunstancias.
Muy a mi pesar, me planteo vender mi furgoneta, ya sé que no es una tragedia, pero sabéis el cariño que le tengo a mi gran cajón metálico con ruedas, que lleva estando presente en mi vida ya casi diez años.
He visto mi vida empaquetada y dentro de ella, en mas de una ocasión, he compartido viajes, aventuras, mudanzas de amigos, escapadas de campings o noches de playa, fiel ayudante en mis tareas de campo y en mis trabajos, presente en mas de una conversación importante y hasta en mas de un momento intimo y romántico, creo por eso, que merece con creces este pequeño homenaje.
Lo mas gracioso es que siempre me opuse a su compra, para nada me hacía ilusión tener una furgoneta como coche utilitario y vaya si he cambiado de opinión. 
Ahora pienso en comprar un coche mas pequeño y barato de mantener, por las circunstancias que en estos momentos vivo y se me coge un pellisquillo al pensar que pierdo a esa que ya parece una extensión mía y que es tan práctica, tanto para mi, como para los que me rodean. A ver, si pidiera a mis lectores que escribieran algún momento en lo que se han beneficiado de mi "marifurgo" o "la frago", como yo la llamo, seguro que habría historias para un buen rato.
Es curioso y a la vez absurdo como ponemos sentimientos a las cosas materiales, y les damos tanta importancia al poseer y alcanzar esos objetivos cuantificados y llenos de valor. Yo la primera, pues la mitad de mis quebraderos de cabeza son económicos y no por no tener cubiertas las necesidades básicas, mas bien por no poder subir al carro de esta sociedad en la que ahora nos movemos.
Escribiendo esto no es que vaya a dejar de tener las mismas preocupaciones, pero si es un momento en el que tomo aire y respiro profundo y alivio a el alma por unos segundos, no creo que el objetivo real de mi existencia sea tener y acumular, quiero dejarme empapar por otras aspiraciones algo mas espirituales, por así llamarlas. El dinero y las posesiones deben ir en concordancia, no digo yo, que no ayuden y nos proporcionen calidad de vida y seguridad, pero no van a ser el objetivo de mis días o por lo menos eso intento.
Hoy no me da pena perder una furgoneta, tal vez me da pena perder el uso que hasta ahora he obtenido de ella, supongo que son los recuerdos los que crean el apego que le tengo, pero hago un esfuerzo y me despido de ella con una sonrisa, pues muchas sonrisas ha provocado su compañía en este largo viaje juntas.





 Espero que a su próximo dueño le proporcione como mínimo la mitad de los buenos ratos que a mi.
Buen viaje!!


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