Si tú, como yo, has tenido alguna vez la necesidad de coger una maleta, echar unos cuantos trapos y salir para cualquier lugar a zambullirte en la aventura de lo que no te es cotidiano, sé que comprenderás el motivo de esta página. Hoy, además de maleta, preparo esta ventana para que os asoméis a mis vivencias.
Para reflejar cómo me siento, para contar lo que aprendo, para que al volver siempre pueda, con un click, volver a vivir los días de mis viajes...
Bienvenido a este nuevo proyecto... este album de fotos vivo, este diario de paisajes, olores y sabores que aún no conozco.

domingo, 6 de abril de 2014

EXPERIENCIAS HOSPITALARIAS EN ALEMANIA...VACACIONES EN KRANKENHAUS


El año 2014 ha empezado con un par de visitas al Hospital y encima en Alemania, la verdad que no me quejo de las experiencias....aunque no llegan a ser gratas, operarse dos veces en tres  meses no puede ser nunca grato, ahora bien, el trato recibido tanto por médicos y personal sanitario, así como las instalaciones del propio Hospital han sido sorprendentemente agradables. Tanto que he repetido...
Para la primera vez, estaba mucho mas mentalizada, tras una serie de visitas a mi médico internista, del cual me enamoré a primera vista, sabía exactamente en que consistía la operación y el tiempo que necesitaría para la recuperación, así que todo salió según lo previsto.
No estaba nada hecha a los protocolos hospitalários y mucho menos a los que a crujía se refieren y si a esto le sumamos que realmente aún mi alemán no es muy bueno, os podéis hacer una idea de los nervios que me acompañaban en estos momentos.
En este primer ingreso me acompañó mi Cristiano Hombre de Cerveza, al pobre le tocó ser interprete y familiar mas cercano, desde luego tengo mucho que agradecerle, ha sido mas que un amigo en estos días.
Tras la encuesta previa a la anestesia general y a las pequeñas pruebas antes de la operación, hice el ingreso en la habitación y  la presentación formal a mis nuevas compañeras de cama y a las enfermeras del turno, yya os digo, por un momento parecía mas que embarcaba en un crucero, que realmente ingresaba en un hospital, o tal vez fue mi imaginación la que me llevó a pensar en eso, la cuestión es, que me sentí acogida desde el primer momento, lo cual, se enfrentaba a todo lo traumático que me resultaban los hospitales...será la madurez, pensé yo...
Llegó el momento de bajar al quirófano, vinieron las enfermeras con el atuendo específico para la ocasión, me vistieron como a una muñeca con su canesú, vestidito blanco y azul, cucos calados y pañal y unas medias blancas...que cosa mas cuca!!
un paseo en la cama hasta el quirófano, un saludito rápido al cirujano, que vino a calmar mis nervios y a despedirse hasta dentro de un rato, el anestesista que me deseó felices sueños y ya no recuerdo nada mas, hasta el momento de despertar de ese profundo sueño, tener mas sed que en toda mi vida, querer hablar y no poder y la  sensación total de desorientación...creo que a partir de aquí ya dejó de parecer todo tan de ensueño...
En la sala de recuperación antes de subir nuevamente a planta, me sentí realmente sola, no pude contener las lágrimas y como no, mi recuerdo no fue hacia otra persona que para  mi madre...ayns!! esos momentos en los que una se siente tan pequeña y vulnerable, ves a tu madre como un gran salvavidas en mitad del océano y sólo pensaba en lo mucho que la quiero y la echo de menos.
Lo peor ya había pasado, eso decían todos, aunque realmente lo latoso no es operarse es recuperarse. Las horas posteriores a la operación no eres dueña de tu cuerpo, y casi que no responde a tus movimientos, está pesado, cansado y maltrecho y es angustioso pensar en moverse...
Esta sensación se va pasando y además van viniendo a cada rato a ver como evolucionas y te aclaran mas o menos todo lo que estás experimentando y ya deja de ser extraño y lo vas asimilando.
En estos momentos extraños aparecen las visitas, que han hecho en estas dos experiencias, que la ausencia de mi familia por la distancia, sea mucho mas liviana. Por ello hoy dedico esta entrada y agradezco de corazón el cariño recibido. En especial a mis "chicas griegas" Sofia y Anastasia, a Laurita, Paola y a mis sevillanos del alma...
Eso sumado al constante contacto vía Whatsapp con mi hermana, madre, vecinas y amig@s de España, he tenido poquitos ratitos para sentirme sola.
Ya me queda solo relataros el día a día del resto de mis días en el Karolinen Hospital... para empezar bien, la jornada empieza a eso de las 7 de la madrugada, he de decir que en cada planta tienen sus costumbres y que en la 4ª de ginecología son mas suaves a la hora de despertar al personal, delicadeza  que brilló por su ausencia en mi primera estancia.
Una duchita y recogida rápida de habitación y nos tomamos el enérgico desayuno. En el pasillo de la planta hay siempre café y agua caliente para infusiones, eso no falta nunca.
a las 12:30 a muy tardar ya tenemos el almuerzo, un menú que previamente has elegido de entre un par;  un café o te de merienda a eso de las 14:00 horas y la cena la tienes servida la las 17:00, cuanto correr para que luego la tarde noche se haga eterna, pero bueno estos son los horarios germanos...  siempre he tenido la  visitilla de Christian a ultima hora que conseguia transformar la habitación en un salón de casa y la peli con tapas no ha faltado casi ninguna de las noches.
El Hospital está en una zona muy tranquila, rodeado de verde y de las casitas de Hüsten, las habitaciones son de 3 camas  y un baño. En el pasillo hay una pequeña sala abierta para visitas algo mas numerosas,  y en la planta baja la cafetería y minitienda.

 Como experiencia ya ha sido suficiente y  la ITV del 2014 ha sido intensa, así que espero no tener que volver a reservar habitación en una larga temporada, gracias nuevamente a todos los que habéis estado pendiente cerca o lejos, a mis compañeras de habitación que se han solidarizado con mi falta de soltura en el lenguaje y me hicieron la estancia mas sencilla y a todos a los profesionales sanitarios, desde luego es una labor a agradecer.