Es curioso cómo se crean lazos con ciertas personas, en momentos determinados de la vida, que solo llego a poder compararlos con los lazos familiares.
Es un tópico eso de que la familia no se elige y a los amigos si... yo no me quejo de familia, pues tengo un entorno familiar bastante bueno, oveja negra mas u oveja negra menos pero ahí están y los quiero.
Hoy por hoy tengo una relación con mi madre y hermana que además de ser madre y hermana son verdaderos pilares de mi vida.
Pero hoy no hago esta entrada por la familia directa y si, por esa otra familia que eliges o te pone el destino en tu camino, para completar esas otras parcelas emocionales.
Me siento MUY afortunada en este aspecto, porque aunque soy de las que siembra muchas semillitas de amistad , mas me sorprende la cosecha que recojo...
En mas de una ocasión, he recibido calor y cariño de amigas y amigos que han hecho sentirme como en casa; pasa el tiempo y aunque ahora me encuentre lejos, sigue perdurando ese buen sentimiento y al encontrarnos nuevamente, se detiene el tiempo y parece que fue ayer, cuando nos vimos por última vez.
En esta nueva etapa en Alemania, me está pasando otra vez, ahora no estoy sola, tengo a mi pequeño grupo de amigos multiculti, como cariñosamente nos llamamos.
Aquí parece que los sentimientos se intensifican, pues independientemente de que nos elijamos como amigos, estamos viviendo situaciones parecidas, añoramos amigos, familia y patria y eso es un factor común que intensifica la ecuación.
El verdadero motivo, por el que hoy ha nacido esta necesidad de escribir, es la llegada a esta gran familia de amigos, las nuevas hornadas de pequeños bebes, que últimamente son primera plana en la tirada del periódico de mi vida.

A parte de mi sobrino Juan, que es sobrino directo y con el que tengo una relación especial, aunque ahora mas lejos, tengo 3 pequeñas debilidades y que no se me ofendan el resto.
Mi princesita Miriam, la hija de mi amiga desde el colegio, Mónica Galiano. Esta cría ha conseguido emocionarme con sus muestras de cariño y con esas frases y preguntas que le salen del corazón y que sólo son respuesta a un cariño muy sincero.
Otra es mi ahijada Martina, desde que recibí la noticia del embarazo de mi amiga Ana del Vahl, se me encajó una sonrisa tonta y un sentimiento de alegría que me invadió por completo.
Yo bromeo siempre con que he cursado un master de Tita y la verdad es que es un privilegio poder ejercer de tal. Así que dedico esta humilde entrada a esos pequeños renacuajos, fruto del cariño de esos valientes padres, que se enfrentan al mayor cambio en sus vidas, con especial cariño a Miriam, Martina, Josemi, Ángela Juan, Lourdita, Daniel, Marta, Carmen, Lola y la pequeña Blanca, Daniela,Dalilita, Pablo, Alejandro y Daniel, Nico y por supuesto a ese pequeño bollito que se está horneando en Dortmund.



