Llevo mas de tres meses queriéndome sentar a escribir esta entrada, pero me cuesta.
Es la primera vez que me siento a escribir para despedirme de una amiga. No es la primera vez, por desgracia, que veo partir a seres queridos y sé lo difícil o casi imposible que es llenar ese vacío que dejan.
No pretendo cargar esta entrada se sentimientos tristes, pues la intención es otra muy distinta, quisiera sirviera de homenaje y agradecimiento a la que, en peculiares circunstancias, ha sido mi amiga y compañera de batallas en mis primeros pasos en Alemania, desde luego sin ella, creo que me hubiera costado mucho mas seguir con esta aventura.
No es la primera vez que nace una buena amistad en un curso de formación, esta vez era el curso de integración en la VHS, vaya, el primer curso de alemán que hacía en Neheim, ciudad donde he vivido dos años. Aquí he conocido a varias personas importantes en esta etapa, como mi dulce Sofía y Anastasia, cariñosamente " mis grecas", por ser ambas de Grecia, mi Laurita, santanderina, salá donde las haya y bueno, a la protagonista de esta entrada, mi querida "Frau Royo".

Hablar de la historia de su vida daría para escribir una novela, yo solo os relato un poco sus dos últimos años en los que he sido co-protagonista.
Como ella siempre decía " yo no tengo mas estudios que los que se aprende en la calle, pero no por eso soy ninguna ignorante" y desde luego a mi me daba tres vueltas en resolutiva, con un nivel de alemán de su escuela particular, pero ni el idioma era impedimento para ir a informarse o resolver cualquier cuestión o papeleo. Siempre dispuesta a ayudarme a la hora de buscar piso, de ir a la "casa de ratas", el Rathaus (ayuntamiento en alemán), ir de médicos y hasta de abogados, Desde luego, ha sido la que me ha empujado y animado a ir a estos sitios a resolver cuestiones, que para mi eran un mundo por no poder expresarme, pero para ella esto no era impedimento, al revés, ella me decía: "así practicas y aprendes, tu sonríe a todo lo que te digan y siempre di "Ja","Ja", que tienes siempre el 50% de posibilidades de acertar"

Coqueta, femenina, enamoradiza, apasionada, alegre, divertida, pícara y muy avispada, así era la Mónica que yo he conocido, una mujer orgullosa de sus hijos, muy abierta de mente y moderna, siempre con una sonrisa y una broma que acompañara el momento, por agrio que pudiera ser.
Si de cada persona que conocemos podemos aprender algo bueno, yo de ella me quedo con esto último, no dejar de sonreír y tomar con humor lo que la vida te va poniendo como obstáculos.
Son muchos los cafés y cervecillas que hemos echado en el tranco de mi puerta, en el bar del Tomas o en su cocina, siempre a la Española, sin cita previa.
Sé que era lectora de este humilde blog y allí dónde esté lo estará leyendo y presumiendo de ser hoy el centro de mis pensamientos.
Aprovecho y le pido disculpas por haber tardado en escribir, pero creo que evitaba este momento y me era mas fácil pensar que sigue allí liada con sus cosas, sus médicos y sus trajines y que he sido yo, la que sin mas, se ha mudado.
Hoy hago un pequeño ejercicio de imaginación y la veo rodeada de sus seres queridos, los que antes que ella ya habían partido, la imagino igual de locuela, haciendo de las suyas, metiéndose con San Pedro, sacándole los colores, pendiente de los que ha dejado aquí abajo, y entre ellos me incluyo, porque en cada ocasión que me acuerdo de ella, o se me viene alguna de sus frases o bromas, la siento presente y sé que vela por mi y se alegra de lo bueno que me está pasando.
"Frau Royo, se te echa de menos...
descansa en paz mi querida amiga y no nos olvides, nosotros aquí abajo no lo hacemos"
"Frau Royo, se te echa de menos...
descansa en paz mi querida amiga y no nos olvides, nosotros aquí abajo no lo hacemos"