Si tú, como yo, has tenido alguna vez la necesidad de coger una maleta, echar unos cuantos trapos y salir para cualquier lugar a zambullirte en la aventura de lo que no te es cotidiano, sé que comprenderás el motivo de esta página. Hoy, además de maleta, preparo esta ventana para que os asoméis a mis vivencias.
Para reflejar cómo me siento, para contar lo que aprendo, para que al volver siempre pueda, con un click, volver a vivir los días de mis viajes...
Bienvenido a este nuevo proyecto... este album de fotos vivo, este diario de paisajes, olores y sabores que aún no conozco.

martes, 17 de junio de 2014

ALGO MAS QUE UNA FURGONETA...

Bueno, llevo tiempo diciendo que le dedicaría una entrada a mi entrañable, práctica, polifacética, todoterreno y compañera de viajes:  mi furgoneta.
A mas de uno/a le va a dar pena lo que os voy a contar, pero como dice mi madre, no se le puede tener apego a las cosas materiales, pues las cosas deben tener su lugar y nunca pueden tener mayor presencia que los sentimientos, las personas y las circunstancias.
Muy a mi pesar, me planteo vender mi furgoneta, ya sé que no es una tragedia, pero sabéis el cariño que le tengo a mi gran cajón metálico con ruedas, que lleva estando presente en mi vida ya casi diez años.
He visto mi vida empaquetada y dentro de ella, en mas de una ocasión, he compartido viajes, aventuras, mudanzas de amigos, escapadas de campings o noches de playa, fiel ayudante en mis tareas de campo y en mis trabajos, presente en mas de una conversación importante y hasta en mas de un momento intimo y romántico, creo por eso, que merece con creces este pequeño homenaje.
Lo mas gracioso es que siempre me opuse a su compra, para nada me hacía ilusión tener una furgoneta como coche utilitario y vaya si he cambiado de opinión. 
Ahora pienso en comprar un coche mas pequeño y barato de mantener, por las circunstancias que en estos momentos vivo y se me coge un pellisquillo al pensar que pierdo a esa que ya parece una extensión mía y que es tan práctica, tanto para mi, como para los que me rodean. A ver, si pidiera a mis lectores que escribieran algún momento en lo que se han beneficiado de mi "marifurgo" o "la frago", como yo la llamo, seguro que habría historias para un buen rato.
Es curioso y a la vez absurdo como ponemos sentimientos a las cosas materiales, y les damos tanta importancia al poseer y alcanzar esos objetivos cuantificados y llenos de valor. Yo la primera, pues la mitad de mis quebraderos de cabeza son económicos y no por no tener cubiertas las necesidades básicas, mas bien por no poder subir al carro de esta sociedad en la que ahora nos movemos.
Escribiendo esto no es que vaya a dejar de tener las mismas preocupaciones, pero si es un momento en el que tomo aire y respiro profundo y alivio a el alma por unos segundos, no creo que el objetivo real de mi existencia sea tener y acumular, quiero dejarme empapar por otras aspiraciones algo mas espirituales, por así llamarlas. El dinero y las posesiones deben ir en concordancia, no digo yo, que no ayuden y nos proporcionen calidad de vida y seguridad, pero no van a ser el objetivo de mis días o por lo menos eso intento.
Hoy no me da pena perder una furgoneta, tal vez me da pena perder el uso que hasta ahora he obtenido de ella, supongo que son los recuerdos los que crean el apego que le tengo, pero hago un esfuerzo y me despido de ella con una sonrisa, pues muchas sonrisas ha provocado su compañía en este largo viaje juntas.





 Espero que a su próximo dueño le proporcione como mínimo la mitad de los buenos ratos que a mi.
Buen viaje!!


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