Si tú, como yo, has tenido alguna vez la necesidad de coger una maleta, echar unos cuantos trapos y salir para cualquier lugar a zambullirte en la aventura de lo que no te es cotidiano, sé que comprenderás el motivo de esta página. Hoy, además de maleta, preparo esta ventana para que os asoméis a mis vivencias.
Para reflejar cómo me siento, para contar lo que aprendo, para que al volver siempre pueda, con un click, volver a vivir los días de mis viajes...
Bienvenido a este nuevo proyecto... este album de fotos vivo, este diario de paisajes, olores y sabores que aún no conozco.

lunes, 23 de junio de 2014

TODOS TENEMOS DESEOS...

Para aquellos que dicen que no son de deseos y no los piden. Porque seguro albergan mas de uno en el corazón y en mas de una ocasión su subconsciente lo formulará por ellos y si no lo hace, hoy lo haré yo por ellos...
Hoy es la Noche de San Juan, festividad de origen pagano, en la que se suelen encender hogueras o fuegos, ligada con las celebraciones en las que se festejaba la llegada del solsticio de verano, el 21 de junio en el hemisferio norte cuyo rito principal consiste en encender una hoguera. La finalidad de este rito era "dar más fuerza al sol", que a partir de esos días iba haciéndose más "débil", porque los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno. Simbólicamente el fuego también tiene una función "purificadora" en las personas que lo contemplaban.
Para mi esta "Noche" siempre ha sido algo especial, recuerdo de niña como semanas antes de que llegará, en el bloque donde vivía en Málaga, nos reuníamos todos los niños con algunas de las mamis (las encargadas de hacer de esta noche un momento cargado de ilusión y casi mágico), para preparar los famosos "Juas", muñecos de trapo a tamaño natural, que luego quemaríamos en nuestra hoguera.
De este recuerdo infantil, paso a las noches de San Juan de mi adolescencia, en la que otra clase de inquietud llenaba los días previos. Era la gran noche de moraga en la playa, con toda la pandilla, con todos los cachivaches para pasar una noche entre amigos, en la que no faltaría de nada y mucho menos risas y momentos buenos.

Mas de mayor la tradición se ha ido modificando aunque con algo siempre en común, compartirla con amigos, entre ellos incluyo a mi hermana, y quemar en la hoguera aquello negativo que ha tintado de gris el año, a la vez que arrojo la lista de deseos que humildemente una pide, tal vez para mejorar aquello en lo que aún fallamos, encontrar algo que hace tiempo venimos buscando, lograr esos objetivos marcados o en resumidas cuentas, aquello que nos falta para ser mas feliz...

Supongo que a aquellos que dirijo hoy mi entrada, tal ritual ha de  parecerles una tremenda chorrada, y puede que lo sea, pero, esos momentos en los que uno cierra los ojos, formula un deseo y cree ciegamente que hay posibilidades de que se cumpla, por el simple hecho de desearlo, de creer en la magia o de no dejar espacio en ese instante a la mente, para que solo el corazón cargue de ilusión ese instante, para mi esto, ya merece la pena.

Hoy tal vez el mayor de mis deseos era poder estar en Málaga, posiblemente con mi hermana y amigos, haber cenado un espetito de sardinas, haber realizado minuciosamente nuestro particular ritual y en este momento estar dándome un baño en la playa
Muy a mi pesar estoy un poco lejos, pero no por ello he dejado de lado la magia; He relatado a mis queridas Sofía y Anastasia, cariñosamente "mis griegas", toda la historia de la Noche de San Juan, y hemos ideado nuestra particular noche.

Primero hemos formulado nuestros deseos por escrito, luego he recreado simbólicamente una playa, con algo de arena, conchas y piedras que tengo.

Para dar ambiente, abrí una latita de sardinas y unas aceitunas de Málaga y a las 00:00 prendí fuego a nuestros deseos.








 Lo único que no he conseguido es llevarlas al río a darnos un baño, aquí no andan ni los gatos por la calle y lo de las temperaturas estivales llegan con retraso a este pueblo.


Pues bien, después de todo esto me siento feliz, si, realmente no ha cambiado nada de esta mañana a este instante, solo el hecho de que ahora me invade nuevamente esa dulce sensación, la que me hace creer que por haber deseado de corazón tanto mis deseos, como aquellos que he pedido para otros, que creer en la magia o en el destino y dejar que la ilusión hoy acune mis sueños, lo que hace que me sienta en paz.





Con esta dulce calma me voy a la cama, hoy comencé a soñar antes de cerrar los ojos y en este sueño todos hallaís vuestros deseos...







1 comentario:

  1. Yo acabo de volver de la playa. He quemado en un fuego mis deseos que también te incluyen y me he bañado a pesar de que no ha sido la mejor noche de San Juan que yo recuerdo climatológicamente hablando. Despues de los fuegos artificiales, poca gente se ha quedado, y hogueras este año, las justas... demasiado viento. Pero sí que han habido risas y muchos recuerdos de otras muchas noches. Todas con ilusiones parecidas, pero todas distintas. Me encanta esta fiesta. Creo que es la única que sigue produciendo en mí esa ilusión. Así que, a pesar de no haberla pasado contigo, me alegro de que la hayas celebrado. Así lo hemos hecho a la vez. Te quiero.

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